
Si mediante la aplicación de calor la mejoría del paciente se logra mediante vasodilatación, en éste caso la mejoría se debe a los efectos de la vasoconstricción (disminución del flujo sanguíneo).
En los casos de traumatismos su aplicación tras el mismo produce una reducción de la inflamación. También tiene efectos analgésicos. La aplicación del frío se realiza mediante hielo, agua fría, compresas frías, cloruro de etilo o la denominada “nieve carbónica”. Es útil en la recuperación funcional de pacientes, dado que produce un descenso intenso de temperatura regional por medio de una sustracción de calor de los diferentes tejidos.