
Las microondas pertenecen a la electroterapia de alta frecuencia. Debido a que las aplicaciones de la termoterapia profunda son muy amplias, a la fácil aplicación, al escaso riego y a la buena aceptación por parte del paciente de una sensación de calor agradable, es una de las técnicas de electroterapia más extendidas en centros públicos y privados de rehabilitación y Fisioterapia. Incluso para aquellos casos en los que el paciente tolera mal el calor, los equipos actuales se pueden utilizar de forma pulsada.
Los microondas penetran menos que la onda corta y calientan más el tejido graso que el músculo, son ideales para aplicar en tejidos que se encuentran muy próximos a la piel, como en epicondilitis, epitrocleitis, tendinitis aquílea y rotuliana, sin embargo obtienen un rendimiento terapéutico escaso a mayores profundidades y en especial cuando hay que atravesar más densidad de tejido graso, como en las bursitis de cadera.